Escritos míos de distintas epocas en trasnochos

lunes, 11 de enero de 2010

29. Por la Carretera.





29. Por la Carretera.
-Una mujer albanesa vieja, gorda, anciana y con el pañuelo en la cabeza

Me sonríe con la sabiduría de su edad en el rostro.

-Una anciana serbia viuda con el pañuelo negro, me mira con suspicacia desde una carretera…. lleva en sus manos una cajita de música de madera.

-En Kosovo.

-el camino me lleva a una cabaña donde un hombre solo charla con otro en un rincón .Son albaneses, llevan su gorrito tradicional, traje apunto de reírse gris, que les queda un poco grande y me obsequian un refresco,

-En el paisaje las casas de tres pisos típicas se están reconstruyendo.

-Damos vueltas a un poblado filmando las callecitas poco a poco.

-Oficinas viejas llenas de archivos y sin calefacción, carpetas y carpetas abandonadas con documentos amarillos escritos en Serbio .Los mas antiguos en Albanés, pero solo algunos.

-Paisajes de montañas heladas o secas y mucho verde y pinos al atardecer.

- Atardeceres rosados policromados suaves desde la ventanilla.

-Ciudades como mapas desde el helicóptero.

-Pastores de corderos junto al rió.

-Niños con sus abuelos con vacas gigantescas.

-Fabricas abandonadas, marrones y viejas.

-Desempleados sentados en la acera con gorras de la gran depresión

-Jóvenes riendo y jugando con el trineo.

-Muchachos fuertes probándose en las tiendas chaquetas de cuero rebajadas.

-Pintores de calle escondidos coloreando mezquitas y motivos árabes.

-Sonrisas de Duraco cuando llegamos a buscar el periódico.

-Hojaldres de carne del tamaño y forma de una tortilla de patatas.

-Muchachos haciendo tapón en la entrada del gimnasio.

-Intelectuales albanesas bebiendo en un bar.

-Soldados de las k-force haciendo gimnasia con los albaneses los domingos en las calles cerradas al trafico.

-Un mitin de empleados públicos con las k-force para revisar los problemas de la seguridad en una cuidad del Norte.

-Un carro de madera tirado por caballos con un padre y su hijo saludándonos.

- El lago helado plateado.

-La risa de las veinte añeras en un café donde hay una exposición de arte abstracto.

-Bares y restaurantes oscuros con lámparas de cristal, mesas de madera negras y pinturas en las paredes .A veces las paredes rojas de terciopelo.

-Elegantes salones cafés con antipastos y RACIONES DE Quesos, ensaladas Y BUEN VINO yugoslavo, café, galletitas y chocolates.

-Afiches en las paredes, de las k-force educando a la población .De Unmik y de los mismos kosovares.

-El parque lleno de ancianos con gorrito.

-Los buhoneros sonriendo y los chavales echándoles piropos a las chicas en las avenidas principales.

-Cinco Kosovares me suben entre todos a un macetero en la calle para que filme una manifestación.

-La abogada pelirroja neoyorkina de política laboral yéndose los fines de semana a Skopia.

-Los camioneros haciendo picnic en las praderas.

-Un amigo Kosovar que me dice en un concierto, esa esta buena para modelo y para cantante, cuando una artista muy popular canta y baila con un traje largo ceñido al cuerpo

-Y el sol del mediodía es tibio y da mucha sombra.

-Se pone malo con frecuencia el ascensor de mi oficina .y son nueve pisos

-El oficial de las k-force norteamericanas que trabaja con nosotros en el reparto de ayudas sociales sale muy contento del resultado que hemos tenido y se trae a otro para prometernos montar todo un sistema de información para política social.

-Madrugar para esperar el coche de Naciones Unidas para visitar los poblados.

-Una fiesta en casa de Gabi, en una urbanización Serbia, a 30 Km. de Prístina .Haziz prepara un Kus-kus.

-Horas y horas de oficina con Josua y Sandra .Horas y horas, horas y horas

horas y horas de trabajo.

-Iglesias ortodoxas y libros.

-Una cantante gordísima que canta Kosovo mío.

-Jóvenes que siempre piensan en los demás.

-En todas partes una mezquita.

-Un serbio llorando detrás de una pared.

-Mis vecinos sacando sus mercancías, camisas, de una habitación para llevárselas al mercado a las 5 AM iluminándose con un candil.

-Mis otros vecinos reunidos todos los días en familia a conversar .Mas de

seis hombres .Los veo desde mi ventana.





-Las carreteras secundarias o terciarias. sin asfaltar empozadas de agua con la lluvia.

-Los niños sanos bonitos y bien alimentados en las escuelas.

-Los centros comerciales llenos y las muchachas sentadas en sillas de ratán.

-Los hoteles donde la camarera te lava a muy buen precio la ropa.

-Las colas para cobrar ayudas.

-Y el siempre buen humor de un pueblo que se siente libre

-La huella de los otomanos en los Balcanes, de los eslavos, los rusos

-Y las antenas parabólicas de Televisión.

-Kosovo se desborda de afecto.

-Siempre lo hace.

-Hasta el clima extremo es cariñoso.

-Los paisajes, los amaneceres, la noche, las comidas, los amigos.

-Y en los sótanos de las grandes avenidas jóvenes músicos tocan música occidental y albanesa.

Con la Pared de Pink Floid me erizan los pelos de los brazos, pero cuando han bebido un poco y allá a las 4 de la mañana cuando no llega casi nadie tocan como nunca .Es como cuando bailan los gitanos solos que ya no hay turistas.

-Kosovo se llena de vez en cuando de banderas rojas con el águila negra bicéfala como símbolo plasmada en ella .Celebran su independencia.

-Kosovo va por la carretera.

-No Joaquín eres tu el que esta viajando me dice Valion

Los Albaneses vivimos aquí.

-Llueve y me agrada ver los paisajes.

Seguimos y Valion se para en el borde de la carretera.



Hace dos horas se descompuso el motor del coche de Naciones Unidas y nos quedamos cerca de un caserío lejano .Estamos Valion y yo.

No hay posibilidades de regresar ese día, ya son más de las 7 de la noche y hay que esperar hasta mañana.

Valion llama por el radio y nos dicen que nos alojemos donde podamos hasta el día siguiente en que nos pasaran buscando.

Cenamos en una taguara y nos ofrecen en casa de unos vecinos un par de camas. Tomamos café, un poco de sobremesa y nos acostamos a dormir.

Valion duerme como un tronco y yo tengo algo de insomnio.

El dueño de la casa esta viendo televisión solo y su esposa ya esta acostada también.

En la puerta semiabierta veo el pañuelo con que se cubre la cabeza la mujer sobre la mesita de noche y su pelo largo y negro colgando liso desde la cama.

Recuerdo las catacumbas de Roma y Santa Catalina boca abajo con la melena extendida y la cabeza rebanada pegada al cuerpo.

La sonrisa amable y un poco irónica de mi anfitrión me interrumpe, y me invita cordialmente a sentarme.

-Ya se que usted viene de España y América.-y me cuenta una historia.

-En las noches claras de luna llena dicen que a veces se ve a un serbio muerto hace años vagar por estos lares. Enloqueció de celos al ver a su mujer con un Albanese y los mato a los dos y se fue.

- Volvió al lugar del crimen unos meses después y se ahorco .Dicen que detrás de el va un hombre santo que quiere obligarlo a someterse al juicio de Dios o Ala

¿Y donde fue el crimen y el suicidio ?

Aquí, en esta sala.

Me pasa por la cabeza la idea absurda de que estoy en manos del asesino, pero lo miro fijo a los ojos en su rostro arrugado y me tranquilizo un poco. Son de un claro transparente inexpresivo. Es la profundidad ofendida por un extraño de su hábitat campesino. Pero también esta la hospitalidad y la sonrisa después de segundos eternos del kosovar que ama a sus amigos de afuera.

Voy a dar un paseo le digo. No hace mucho frió y el bucolismo de la aldea me emborracha un poco.
Cha

Esta clara la noche.

Hay poca nieve y solo cuatro casas en el caserío.

Todavía conversan las familias numerosas albanesas, puedo ver desde las ventanas.

A la vera hay unas huellas de dos personas alejándose en el bosque.

Entre los pinos un hombre alto y muy rubio se aleja con otro caminando.

La pila de leña junto a una casa, tiene todavía clavada el hacha entre un madero.

Se oye música eslava a volumen fuerte de algún televisor.

Otras huellas llegan hasta la cabaña, son de un hombre solo, me acerco

Y veo el hacha ensangrentada. Corro a la casa donde me alojo y en la puerta el hombre viejo me esta esperando. No se preocupe, sonríe.

Deben haber matado algún perro o animal salvaje. Es normal por aquí.

Sigo paseando y me siento en el borde del silo.

Mi anfitrión me acompaña, me habla del campo y sus tareas normales.

Me señala un río cercano, y algunas ovejas encerradas cerca.

Vuelvo a quedarme solo. Ya me voy a dormir me dice .La puerta esta abierta. Cuando quiera acostarse entre.

Diviso entre los árboles los dos hombres. Las huellas frescas suyas vienen de la casa donde voy a pernoctar

Se acercan. Me ofrecen un trago de licor Albanese, un aguardiente muy fuerte. que viene bien para el frió. Están animados. Han salido a dar una vuelta para inspeccionar todo.

-En estos días hemos oído muchos ruidos raros. Deben ser las fieras del bosque que están hambrientas por las nevadas.

-Yo mate un perro esta tarde, buscaba comida.-dice uno de ellos.

Hay una figura de hombre que pasa imperceptible y que se ve rápido a lo lejos.

Empieza a soplar el viento y bebo más licor. Se termina la botella y uno de los dos busca otra. Bebemos más.

Les pregunto por la historia del ahorcado. Ja ja ja se ríen nadie lo ha visto nunca. Son ideas de los viejos.

Es mas, yo soy macho me dice el rubio. Si lo veo lo atrapo.

Vamos por la cuarta botella y nos reímos de todo. Como buenos albaneses

tienen muy buenos sentimientos y la lengua muy suelta. Agradable compañía de amigos borrachos a la intemperie.

La nieve del caserío parece ya mas fría. El otro busca pan y fiambre de carne que engullimos y queso de cabra, y esta tan loco que trae una botella de vino

Puedo divisar las huellas de otra sombra fugaz. Las sigo con la vista y son rojas. Van hacia los pinos.

Casi cayéndose me dice el otro que si vio una vez al serbio muerto, pero que

solo a lo lejos, y que pensó que estaría esperando a que no hubiese nadie para entrar en la casa donde me alojo. Fue un crimen terrible .Yo era un niño pero se comento mucho en la aldea.

Vuelve a aparecer la figura lejana y el rubio al oírmelo decir se anima a buscarla.

Coje el hacha y se adentra en el bosque. Ya no regresa.

Haciéndonos un transplante espiritual de cojones nos vamos a buscarlo.

Caminamos un trecho en el bosque y creo que estamos perdidos pero el otro

Se orienta bastante bien .Lo encontramos en el suelo dormido. No hay manera. Reacciona cuando le echamos nieve en los testículos .Al fin vuelve en si.

Regresamos los tres casi cayéndonos y apoyándonos mutuamente.

En el suelo las manchas rojas se suceden irregularmente.

Todo me da vueltas y una botella de agua en casa del otro y más pan y queso me reaniman.

Estamos otra vez los tres bien y de buen humor .Casi hemos vaciado la nevera y seguimos bebiendo aguardiente.

Yo creo que es el fantasma del suicida la sombra fugaz-digo

Solo recuerdo habernos despertado los tres al día siguiente en el piso de la sala de la casa de los otros muertos de frío.

Valion aparece sonriente y descansado. Yo me lavo la cara durante casi 15 minutos.

Damos las gracias, nos despedimos y nos subimos en el coche que nos enviaron.

Al salir de la aldea, en un árbol cercano diviso una cuerda colgada. No

digo nada. Debo estar todavía borracho.

Unos días después en Prístina me parece ver las mismas huellas de

La aldea.

Seguimos en otro día de recorrido en inspección y coordinación de los centros locales de política social y los pagos de la beca de Asistencia Social.

Los pueblo alegres de casitas junto a carreteritas con muritos de piedra lisa pegada hace mas de 50 años con cemento o arcilla.

Las casas arrimadas unas a otras con reja en la ventana y puerta de madera. Todas son parecidas, de dos tres o cuatro pisos, techo de barraca y tejas para la nieve, muchas con caney en la entrada de dos columnas adicionales y tejado de algún material parecido a la paja .Paredes de madera, cemento pintado o adobes de barro.



Las calles no muy anchas y siempre con gente andando y barcitos .Los edificios escasos parecen superpuestos a la vieja y tradicional Albania. Algunos cafés hacia el centro de cada pueblo o en las afueras si hay pocos o calles más grandes…todos con un anexo de madera y vidrio y mesitas exteriores cuando hace buen tiempo .En la barra Kibbes con repollo y ensalada, hojaldres de carne, morcilla o algún pimentón largo en vinagre y pan campesino redondo...Coca colas y refrescos y agua mineral con gas y café turco de borra espesa.

Parroquianos sentados y conversando muchas horas y chavales de 20 años normalmente atendiendo la barra .Alguna vieja albanesa con batota de corte liso de lana hasta los pies, y pañuelo blanco en el pelo .Siempre gorda y con cara de matrona con autoridad y ternura.

Chaquetas acolchadas de lo que parece pluma en invierno los mas jóvenes o de cuero si no hace tanto frió y gorro de lana cubriendo la orejas.

Los treintañeros y cuarentones con gorra y chaqueta de tela y suéter grueso debajo y pantalones anchos y botas de nieve con grapas de metal en los cordones o zapatos rellenos de material de abrigo.

Los viejos con vestido de felpudo y gorrito Albanese y chaqueta de traje y jersey cuello redondo.

Las casas crecen hacia la montaña, apiñadas con perspectiva caballera se levantan como aletones de barrios con espacio interior de lujo.

Son grandes las viviendas yugoeslavas.

En rojo y blanco se alza el suburbio en su concordancia con la Albania de montañas y pájaros que narran los ancianos en sus poemas.

Las piedras, el hombre conversando y mirando al cielo en el campo .El paisaje de horizontes lejanos y la llanura ocasional como el rellano donde se cultiva, el aire sin aspereza de las cumbres nevadas son la cara real de Albania.

Dentro de sus casa muchas habitaciones para los 5 ,6 o 7 hijos .Hogar con gusto a chimenea de metal y tubo que sube, y cocina donde viven las mujeres.

Limpieza siempre a cabal y mesa grande para incluir a los primos, sobrinos, tíos y algún niño huérfano de alguna guerra.

Muebles tradicionales y cómodas enormes .Alfombras parecidas a las persas .Labrados llanos pero no rústicos de la madera. Poco metal y paneles de colores sufridos.

La base de muchas casas sin construcción, como un palafito o un agar asturiano, con cuatro columnas para proteger de las alimañas el granero, suspendidas en el aire sobre los pilares...

Hoy en día el garaje de los dos o tres automóviles que tienen los kosovares de procedencia desconocida y marcas europeas, checas, húngaras o rusas.

Los pueblos de carretera son la parte de Kosovo que te recuerda la campiña eslava .Silos y corderos, ríos y leñadores .Albergues y tiendecitas atiborradas de mercancía y legumbres y frutas coloridas.

Como el rió profundo en el barranco que pasa por el desfiladero

, o ancho en el rellano de la vía, Kosovo es una aventura natural de relax y pinos rojizos y amarillentos .Nieve hasta el infinito en invierno, siempre tiene una sonrisa en los serbios y los albaneses.

Horas de camino sin paisaje...

Rostro de acompañante repetido

Café de carretera en ciudad grande con sabor fuerte

Ojos de mujer yugoeslava que se quedan grabados.

Centro de reparto de becas cuidado por decenas de soldados



Funcionarios españoles, negros, albaneses, pakistaníes, libaneses, japoneses, finlandeses, suizos...de California, italianos...etc.

Grupos grandes de kosovares reunidos siempre escuchando un jefe militar de las K-force.

Belleza de los pueblitos de Albania, cocinas humeantes y flores de rostros de chicas en el hombrillo de la carretera.

Ideales y acción social

Entrevistas con grupos de trabajadores sociales y antiguos empleados de los centros sociales.

Carretera relajante sin colas en nuestro horario.

Lago azul plateado helado con prismas de árboles solitarios a su vera.

Seguimos rodando Valion y yo hasta los confines de la historia pasada...

Llegamos a una travesiíta donde Valion se desvía y nos acercamos a una estación de tren abandonada.

Hierros, vagones, una locomotora, cabillas retorcidas y nieve .Una estación aislada sin una aldea cercana…la recorremos y vienen a mi mente las películas de Rusia con trenes y coches camas .Algo del zar y la zarina hay en esta estación fantasma .Valion se entretiene señalándome las viejas rutas del tren, y me explica como era hace pocos años el medio de transporte casi mas usado.

La soledad de la estación y la aun viva taquilla me hacen sentir que todavía hay una historia que no se,....la de la Yugoslavia elegante, de cercanía rusa y que todavía se aprecia en Macedonia con mas intensidad

Valion asemeja al viejo oficial del partido

….Siento que alguien me va a saludar en ruso, y las cúpulas del kremlin en la próxima estación…..Valion no me despierta..está tan a gusto como yo entre los fantasmas de el país que fue el numero uno de la Europa del Este .La red ferroviaria le daba el poder de la gestión a un pueblo conformado básicamente por aldeas agrícolas.

Es como los edificios públicos de cada ciudad. Imponentes en pasillos salones y burócratas de un viejo sistema muy eficiente de protección social.

Como los hospitales ,los colegios ,las oficinas municipales ,los centros deportivos y piscinas públicas, las mansiones para ciegos o minusvalidez ,los centros culturales o las ciudadelas de reposo medico con jardines y lagos..

Un país hecho para su gente .Lo social no puede ser mas integral, y aunque no esta fundado en la participación ,si lo esta en la autoridad de los comités de base.

La pregunto a Valion si le agradaría que reactiváramos los trenes en Kosovo.

-Si-Me dice-Es un transporte barato y puedes conectarte con todos los sistemas y redes ferroviarias de Europa .Me recuerda a mi infancia.

Seguimos y nos acercamos a Prístina.



-Valion-Si le quitamos algunos detalles mas bien se asemejarían trenes de carga, le digo, en la cola de llegada a la capital.

-No me contesta…eran estaciones muy bien hechas con salones de invierno. También había trenes de carga…la mayoría, entonces no había tantos camiones.

-De acuerdo Valion, me los imagino llevando frutas y mercancías a otros países.

-Teníamos una buena red de distribución...

Seguimos recordando los años del tren,

Valion me va relatando anécdotas

Me siento en cierto modo que ya la carretera va paralela a las vías.


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