29. Por la Carretera.
-Una mujer albanesa vieja, gorda, anciana y con el pañuelo en la cabeza
Me sonríe con la sabiduría de su edad en el rostro.
-Una anciana serbia viuda con el pañuelo negro, me mira con suspicacia desde una carretera…. lleva en sus manos una cajita de música de madera.
-En Kosovo.
-el camino me lleva a una cabaña donde un hombre solo charla con otro en un rincón .Son albaneses, llevan su gorrito tradicional, traje apunto de reírse gris, que les queda un poco grande y me obsequian un refresco,
-En el paisaje las casas de tres pisos típicas se están reconstruyendo.
-Damos vueltas a un poblado filmando las callecitas poco a poco.
-Oficinas viejas llenas de archivos y sin calefacción, carpetas y carpetas abandonadas con documentos amarillos escritos en Serbio .Los mas antiguos en Albanés, pero solo algunos.
-Paisajes de montañas heladas o secas y mucho verde y pinos al atardecer.
- Atardeceres rosados policromados suaves desde la ventanilla.
-Ciudades como mapas desde el helicóptero.
-Pastores de corderos junto al rió.
-Niños con sus abuelos con vacas gigantescas.
-Fabricas abandonadas, marrones y viejas.
-Desempleados sentados en la acera con gorras de la gran depresión
-Jóvenes riendo y jugando con el trineo.
-Muchachos fuertes probándose en las tiendas chaquetas de cuero rebajadas.
-Pintores de calle escondidos coloreando mezquitas y motivos árabes.
-Sonrisas de Duraco cuando llegamos a buscar el periódico.
-Hojaldres de carne del tamaño y forma de una tortilla de patatas.
-Muchachos haciendo tapón en la entrada del gimnasio.
-Intelectuales albanesas bebiendo en un bar.
-Soldados de las k-force haciendo gimnasia con los albaneses los domingos en las calles cerradas al trafico.
-Un mitin de empleados públicos con las k-force para revisar los problemas de la seguridad en una cuidad del Norte.
-Un carro de madera tirado por caballos con un padre y su hijo saludándonos.
- El lago helado plateado.
-La risa de las veinte añeras en un café donde hay una exposición de arte abstracto.
-Bares y restaurantes oscuros con lámparas de cristal, mesas de madera negras y pinturas en las paredes .A veces las paredes rojas de terciopelo.
-Elegantes salones cafés con antipastos y RACIONES DE Quesos, ensaladas Y BUEN VINO yugoslavo, café, galletitas y chocolates.
-Afiches en las paredes, de las k-force educando a la población .De Unmik y de los mismos kosovares.
-El parque lleno de ancianos con gorrito.
-Los buhoneros sonriendo y los chavales echándoles piropos a las chicas en las avenidas principales.
-Cinco Kosovares me suben entre todos a un macetero en la calle para que filme una manifestación.
-La abogada pelirroja neoyorkina de política laboral yéndose los fines de semana a Skopia.
-Los camioneros haciendo picnic en las praderas.
-Un amigo Kosovar que me dice en un concierto, esa esta buena para modelo y para cantante, cuando una artista muy popular canta y baila con un traje largo ceñido al cuerpo
-Y el sol del mediodía es tibio y da mucha sombra.
-Se pone malo con frecuencia el ascensor de mi oficina .y son nueve pisos
-El oficial de las k-force norteamericanas que trabaja con nosotros en el reparto de ayudas sociales sale muy contento del resultado que hemos tenido y se trae a otro para prometernos montar todo un sistema de información para política social.
-Madrugar para esperar el coche de Naciones Unidas para visitar los poblados.
-Una fiesta en casa de Gabi, en una urbanización Serbia, a 30 Km. de Prístina .Haziz prepara un Kus-kus.
-Horas y horas de oficina con Josua y Sandra .Horas y horas, horas y horas
horas y horas de trabajo.
-Iglesias ortodoxas y libros.
-Una cantante gordísima que canta Kosovo mío.
-Jóvenes que siempre piensan en los demás.
-En todas partes una mezquita.
-Un serbio llorando detrás de una pared.
-Mis vecinos sacando sus mercancías, camisas, de una habitación para llevárselas al mercado a las 5 AM iluminándose con un candil.
-Mis otros vecinos reunidos todos los días en familia a conversar .Mas de
seis hombres .Los veo desde mi ventana.
-Las carreteras secundarias o terciarias. sin asfaltar empozadas de agua con la lluvia.
-Los niños sanos bonitos y bien alimentados en las escuelas.
-Los centros comerciales llenos y las muchachas sentadas en sillas de ratán.
-Los hoteles donde la camarera te lava a muy buen precio la ropa.
-Las colas para cobrar ayudas.
-Y el siempre buen humor de un pueblo que se siente libre
-La huella de los otomanos en los Balcanes, de los eslavos, los rusos
-Y las antenas parabólicas de Televisión.
-Kosovo se desborda de afecto.
-Siempre lo hace.
-Hasta el clima extremo es cariñoso.
-Los paisajes, los amaneceres, la noche, las comidas, los amigos.
-Y en los sótanos de las grandes avenidas jóvenes músicos tocan música occidental y albanesa.
Con la Pared de Pink Floid me erizan los pelos de los brazos, pero cuando han bebido un poco y allá a las 4 de la mañana cuando no llega casi nadie tocan como nunca .Es como cuando bailan los gitanos solos que ya no hay turistas.
-Kosovo se llena de vez en cuando de banderas rojas con el águila negra bicéfala como símbolo plasmada en ella .Celebran su independencia.
-Kosovo va por la carretera.
-No Joaquín eres tu el que esta viajando me dice Valion
Los Albaneses vivimos aquí.
-Llueve y me agrada ver los paisajes.
Seguimos y Valion se para en el borde de la carretera.
Hace dos horas se descompuso el motor del coche de Naciones Unidas y nos quedamos cerca de un caserío lejano .Estamos Valion y yo.
No hay posibilidades de regresar ese día, ya son más de las 7 de la noche y hay que esperar hasta mañana.
Valion llama por el radio y nos dicen que nos alojemos donde podamos hasta el día siguiente en que nos pasaran buscando.
Cenamos en una taguara y nos ofrecen en casa de unos vecinos un par de camas. Tomamos café, un poco de sobremesa y nos acostamos a dormir.
Valion duerme como un tronco y yo tengo algo de insomnio.
El dueño de la casa esta viendo televisión solo y su esposa ya esta acostada también.
En la puerta semiabierta veo el pañuelo con que se cubre la cabeza la mujer sobre la mesita de noche y su pelo largo y negro colgando liso desde la cama.
Recuerdo las catacumbas de Roma y Santa Catalina boca abajo con la melena extendida y la cabeza rebanada pegada al cuerpo.
La sonrisa amable y un poco irónica de mi anfitrión me interrumpe, y me invita cordialmente a sentarme.
-Ya se que usted viene de España y América.-y me cuenta una historia.
-En las noches claras de luna llena dicen que a veces se ve a un serbio muerto hace años vagar por estos lares. Enloqueció de celos al ver a su mujer con un Albanese y los mato a los dos y se fue.
- Volvió al lugar del crimen unos meses después y se ahorco .Dicen que detrás de el va un hombre santo que quiere obligarlo a someterse al juicio de Dios o Ala
¿Y donde fue el crimen y el suicidio ?
Aquí, en esta sala.
Me pasa por la cabeza la idea absurda de que estoy en manos del asesino, pero lo miro fijo a los ojos en su rostro arrugado y me tranquilizo un poco. Son de un claro transparente inexpresivo. Es la profundidad ofendida por un extraño de su hábitat campesino. Pero también esta la hospitalidad y la sonrisa después de segundos eternos del kosovar que ama a sus amigos de afuera.
Voy a dar un paseo le digo. No hace mucho frió y el bucolismo de la aldea me emborracha un poco.
Cha
No hay comentarios:
Publicar un comentario